La escritura ha muerto: viva la escritura on-line

 En el blog DML Central (digital media and learning: the power of participation), me encontré con el post Connected They Write: The Lure of Writing on the Web. Este post se refiere a cómo han influido las nuevas tecnologías en las prácticas educacionales en América Latina en un escenario de fuerte penetración de Internet (por ejemplo en Chile, más del 90% de los estudiantes tiene accesos a la red). Los nuevos medios no sólo prometían acabar con la distancia o con la geografía, sino que también acabarían con la necesidad de escribir: pero no, eso no ha ocurrido.               

                                                         

Ilana Elea, quien recientemente terminó su tesis doctoral en educación, señala que los adolescentes escriben mientras están conectados con lo que invitan a otr@s a escribir. No sólo se escribe más diariamente y además se comparte.

Teens write to be connected to other teens.

 Camila Monteiro, otra investigadora del área se refiere a las Fanfictions o Webnovels en América Latina, que son historias creadas en torno a alguna estrella o personaje de interés como por ejemplo Harry Potter. Elea se refiere al desarrollo de la Webnovel en Méjico, de hecho la estructura es similar al de las series de televisión en las que están inspiradas.

 Ambas investigadoras sitúan a las redes sociales en la base de esta nueva forma de escritura, donde los comentarios se manifiestan como vitales para generar una autoría constante (los comentarios se manifiestan como motor de la creatividad). De la misma forma, los comentarios pueden influir en el desarrollo de las historias. Algo así como las historias por entregas del siglo XIX.

 ¿Pero el tiempo y trabajo dedicado a esta forma de escritura ha migrado a las instituciones educativas? No.

School is boring.

 Como señala Elea, el problema es que en el entorno descrito, los autores necesitan estar conectados con los lectores, necesitan feedback y reconocimiento y la escuela aparentemente no las provee. Se lee, mucho, se crea y se comparte, pero al margen de las instituciones educativas tradicionales. ¿Se debe adaptar la escuela a estas prácticas? No lo sé, no creo que se pueda enseñar de la misma forma que hace 20 años, pero lo cierto es que la escuela ya no tiene el monopolio de la enseñanza, la autoría hoy por hoy posee muchas expresiones y se puede ser un no-experto experto, en muchas áreas. Parece ser que la escuela ya no está en un lugar, sino que en muchos.