La ciudad social, la ciudad digital

Michael de Lange (de The Mobile City), en Social Cities: How to Engage Citizens With Digital Media realiza una nueva reflexión en torno a la relación entre las nuevas tecnologías y la ciudad. El autor intenta responder a cómo las nuevas tecnologías pueden contribuir a generar una mejor relación entre las personas y su entorno.

De Lange se pregunta por ejemplo si los medios móviles tan útiles y versátiles en la vida cotidiana, también pueden ser útiles para mejorar la relación entre los ciudadanos y su ciudad. Pero una ciudad es un todo y a la vez suma de muchas partes, donde lo global se mezcla activamente con lo local (y lo hiperlocal), por lo que las soluciones no siempre son fáciles de implementar:

Some collective issues have a global span, like social equity, environmental sustainability, and water, food, and energy provisioning. Others, like shrinking cities, aging populations, or empty buildings, are locally specific. Many cities also face issues like the perceived loss of publicness, safety, social cohesion, and the gap between citizens and government. Typically, complex urban issues like these are not exclusively ‘owned’ by a single party. They are commons issues that involve multiple stakeholders who often have incompatible interests, and therefore they need collective forms of governance.

De Lange menciona varios proyectos (se trata de ciudades europeas) que funcionan en el escenario descrito como es el caso de Buurtvergelijker, (en la imagen) que permite comparar información proveniente de diversos barrios o Fix My Street, que ya hemos comentado en este blog, y que permite que los ciudadanos reporten problemas vinculados a las infraestructuras y servicios de la ciudad. La presencia de la cartografía en este tipo de plataformas es indiscutible y no sólo por su valor de herramienta, sino también por su fuerza simbólica en la organización del espacio local.

En los proyectos mencionados se puede reconocer cómo se modifica la  forma tradicional de participar en la construcción de la ciudad por parte de los ciudadanos, que ya no es vertical. Las redes digitales  como señala De Lange permiten participar en la creación de una ciudad heterogénea y no compartimentada que privilegia una ciudad polifónica por sobre una ciudad creada a partir de comunidades organizadas en estilos de vidas comunes.

If we truly want engaging cities, it is urgent we start exploring how we can make our cities more social rather than more high-tech.

Map your mind in Utrecht

He mencionado en varias ocasiones La Imagen de la Ciudad De Kevin Lynch (1960), un libro que me parece imprescindible para comprender la ciudad donde lo digital y lo físico conviven y se renuevan cotidianamente, porque al igual que la geografía, la ciudad no ha muerto, sino que está más viva que nunca.

En el libro mencionado, el urbanista del MIT, exponía los resultados de una investigación aplicada en las ciudades de Boston, Jersey City y Los Ángeles.  Lynch concluyó que existen cinco elementos comunes que los habitantes organizan en su imagen mental de la ciudad: sendas, bordes o límites, barrios, nodos o nudos y mojones o hitos. Y una gran similitud con la investigación de Lynch (del cual, este proyecto se reconoce deudor), tiene Map your Mind, una iniciativa desarrollada en Holanda, en la ciudad de Utrecht.

Y en esta web podemos acceder a mapas realizados por personas que poseen vivencias asociadas con la ciudad, pero a diferencia de otras plataformas que hemos comentado aquí, se trata de mapas realizados a mano (se reconoce también la influencia del proyecto Handmaps, que recopila mapas hechos por las personas a mano). Algunos son muy sencillos y otros son muy atractivos visualmente hablando, como elde Hannet (aquí arriba), lamentablemente, el idioma me impide conocer más, salvo el mapa de Danniel (aquí abajo), que está en inglés. Pero todos nos recuerdan una vez más el rol de la memoria en la vida de las personas que corresponde al me sucedió y la espacialidad de esta, que corresponde al me sucedió aquí y aún más, la necesidad de compartirla que corresponde lógicamente al: les quiero contar lo que sucedió aquí.

Somos contadores de historias.

 

 

Los invasores del espacio ya están aquí!

Después de un merecido descanso y período de reflexión, el inmigrante digital ha vuelto, con muchas ganas y también muchas nuevas ideas de posts. En este sentido existe una experiencia que hace ya bastante tiempo tenía deseos de describir: Space-Invaders. Esta es una iniciativa o propuesta artística  desarrollada desde el año 1998 y que consiste en adherir a las superficies de edificios, representaciones en forma de mosaico de los Space Invaders, el popularísimo juego de video de los años 70.

Invader es el nombre del artista urbano que comenzó con estas anotaciones espaciales en la ciudad de París y que se ha extendido a muchas ciudades del mundo como Barcelona, Tokyo (en la primera foto), Roma, Nueva York (segunda foto)  o Bangkok por ejemplo.

 

 

 

Se trata de una expresión de lo que se denomina Street Art o Urban Art, y que nos permite no solamente conocer estas curiosas expresiones gráficas, sino que también una vez más realizar una práctica pedestre. Aquí en Barcelona en concreto, existen varias anotaciones de este tipo, aunque varias también han sido eliminadas lamentablemente y digo lamentablemente porque la propuesta estética por sí sola es muy atractiva.

Espero recorrer Barcelona pronto y poder hacer fotografías de estas anotaciones espaciales y ponerlas en el blog. La web de esta iniciativa provee de un mapa donde son accesibles los lugares donde se han realizado las intervenciones y otras prestaciones como merchandising y accesos a exposiciones, lamentablemente la web no es un prodigio de usabilidad, pero vale la pena visitarla.

Los Invasores del Espacio ya están aquí!

Dicken’s London Map

Desde niño me ha gustado Dickens, y he leído varios de sus libros, si bien al que le tengo más afecto es a Un Cuento de Navidad (A Christmas Carol), la historia de redención en la que Ebenezer Scrooge es visitado por los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras.   Existen varias versiones, pero personalmente la que me llega más al corazón es la que protagoniza George C. Scott (Patton), pero debo reconocer que también me gusta mucho la versión de los Muppets en la que Michael Caine hace de malvado Scrooge y sin duda alguna la versión en la que  Bill Murray hace de Scrooge, en esta ocasión un deleznable ejecutivo de la televisión.

Y así buscando información sobre Un Cuento de Navidad encontré el Dicken’s London Map (Londres es a Dickens tanto o más que Nueva York a Woody Allen)  en el que se marcan puntos de la ciudad que se vinculan a los libros del autor británico. El mapa forma parte de la David Perdue’s Charles Dickens Page, sitio absolutamente necesario si alguien es curioso, devoto o lector de este gran narrador.

No es un mapa exhaustivo (ya lo advierte el autor) ni de un alto nivel de usabilidad, de hecho al clicar en alguno de los puntos no se despliega una ventana, sino que se activa un link que lleva a la misma páginas. En la información de cada locación (en orden alfabético) se pueda acceder también a más información a partir de las siguientes pestañas: dictionary (Diccionario Dickens de Londres), detail (mapa de Londres de 1859) y today (fotos aéreas del Dicken’s London Map). También existe un link para retornar al mapa.

Pero lo  más curioso es que las grandes nevadas como la que aparece en el libro mencionado se produjeron en la infancia de Dickens entre 1810 y 1820 aproximadamente, y Dickens nació en 1812 (o sea que el próximo año se cumplen 200 años), por lo que en Cuento de Navidad, tal vez plasmaba parte de su infancia. Y supongo que la idea de una Navidad nevada con villancicos me viene de este libro y sus adaptaciones cinematográficas, y digo que me viene de ahí porque para los que hemos nacido en el cono sur, la Navidad tiene poco de nevada: sólo en los cuentos.

Repara Ciudad: reparando la ciudad on line

A principios del 2009, en este blog puse un post sobre Fix My Street, una plataforma creada por My Society que permite (digo permite, ya que aún funciona) que las personas publiquen sus impresiones o quejas acerca de determinados problemas locales como grafitis, iluminación o el estado de las aceras.

La forma de funcionamiento es muy sencilla, ya que los ejes de localización lo constituyen el código postal y un mapa local. Posteriormente, la gente de Fix MY Street activa y dinamiza la vinculación con las autoridades respecto a esta petición para que esta pueda llegar a concretarse efectivamente. Los participantes localizan-denuncian y FMS hace de puente con las instituciones.

Hace unos días navegando en el periódico de Catalaunya me he encontrado con Repara Ciudad, una premiada, muy completa y desarrollada plataforma que permite localizar incidencias relacionadas con la vía pública. Repara Ciudad, gestiona por Open Data Cities, utiliza una mecánica similar a la de Fix My Street, ya que es esta empresa la que hace de puente con el ayuntamiento. Igualmente las incidencias son cartografiadas y en este caso también etiquetadas.

Al ingresar en la Home se accede inmediatamente al mapa, en este caso de la ciudad de Barcelona (donde resido actualmente) y junto a este se encuentra una barra menú vertical donde es posible seleccionar el tipo de incidencia que uno desea publicar. Las opciones van desde desperfectos en papeleras hasta otras incidencias como recogida de muebles o ruidos. Al clicar en alguna de estas pestañas se ingresa la dirección y se describe la incidencia (también se puede aportar una fotografía) y a continuación tras la identificación (optativa), la petición está lista para ser publicada. Como es de suponer, existe una aplicación para dispositivos móviles.

Soy más partidario de la sencillez de Fix My Street, ya que la categorización si bien me parece útil tal vez pueda resultar excesiva (estas opciones se repiten también en un menú desplegable al haber seleccionado ya una opción, lo que puede resultar confuso). Sin duda alguna, es de utilidad a la hora de organizar las peticiones, pero también es verdad que en estas instancias me parece que lo mejor es privilegiar la sencillez. No veo igualmente la posibilidad de separar los layers por etiquetado (lo que me parece necesario si es que existe un etiquetado visible en el mapa), ni tampoco linkear en la home a las últimas incidencias. Espero poder navegar más.

Los mapas no son sólo importantes como herramienta sino también como referente simbólico y actúan como mecanismo de Place Attachment. Por esta razón siempre me parece adecuada una distinción distrital o barrial o algún denominador común. Me refiero por ejemplo a las txapelas de Bilbao bi, si bien se trata de una web que permite anotar el mapa de la ciudad de Bilbao y alrededores con diversidad de propósitos.

Si bien Repara Ciudad está abierta no sólo a Barcelona, no es menos cierto que extraño la cotidianeidad, la cercanía, y eso no es un tema menor, ya que hablamos de entornos de proximidad, de localidad. Una de las promesas de la Neogeografía (Turner, 2006),Web Geoespacial (Scharl and Tochtermann, 2007), o Digiplace (Zook and Graham, 2007a) es la relación con lo próximo, con lo cotidiano, con lo hiperlocal. Y no hay nada más hiperlocal que una esquina o un semáforo, porque estos forman parte de la vida cotidiana de las personas, sólo por esto.

Systems/layers: guía para un paseo por la ciudad digital

El pedestrismo digital es uno de los temas de este blog, por lo que habitualmente se han mencionado plataformas, herramientas y proyectos de investigación ligados a este campo. La posibilidad de comprender una ciudad no como un todo sino que a partir de la experiencia pedreste personal es algo que Debord (1955) planteó hace ya varios años, y que las nuevas tecnologías potencian de una forma sorprendente, en especial el teléfono móvil y su capacidad de generar nuevas instancias de. Pero llevaba una temporada larga enumerando requisitos de lo que tendría que ser una experiencia pedestre en este caso por Barcelona, tenía claro que debía ser utilizando dispositivos móviles y me proponía entre otras cosas buscar la presencia de códigos QR en la ciudad.

Y en esta discusión interna me encontré con Systems/layers una guía desarrollada por Nurri Kim Adam Greenfield de Do projects (no olviden visitar su sitio) y Giles Lane de Proboscis. Proboscis desarrolló Urban Tapestries (2002-2005), el que es a mi juicio la madre de muchos de los proyectos que utilizan telefonía móvil para desarrollar anotaciones espaciales. El objetivo de Urban Tapestries era contribuir a generar una memoria colectiva de la comunidad mediante las anotaciones de sus ciudadanos utilizando dispositivos móviles.

Systems /layers: How to run a walkshop on networked urbanism,  entrega  un conjunto de pautas que permite caminar-navegar por una ciudad en busca de este layer que comprenden determinados mecanismo tecnológicos que forman parte de nuestra cotidianeidad, pero que habitualmente no percibimos como es el caso de las cámaras de vigilancia o los sensores de calidad del aire. Es interesante cómo se utiliza el concepto de layer tan recurrente en cartografía y también en diseño, es decir un conjunto de información asociada y que se superpone a un entorno delimitado en ese caso, la ciudad.

Mobile phones, CCTV cameras, building-scale displays, embedded sensors, and remotely-operated barriers are all part of this transformation. Between them, these systems superimpose a layer of information on top of the physical bricks and paths of the city, and this is increasingly a place where control over space and behavior can be exerted.

 Según los gestores de este proyecto, comprender este layer resulta imprescindible para la idea de ciudadanía de las ciudades contemporáneas. Pero lo más importante, es que se trata de realizar el descubrimiento de este layer caminando físicamente por la ciudad para descubrir las manifestaciones de esta red.

Con estos objetivos, los recorridos se plantean a través de 3 tipos de lugares:

Places where information is being collected by the network. This could certainly mean surveillance cameras, air-quality sensors or decibel meters — but also things you don’t ordinarily think of as being networked, likesome newer parking meters. Don’t forget, either, that these days most mobile phones, games and music players also function as networked input devices.

Places where networked information is being displayed. Everything from gigantic billboards to multitouch HD screens emplaced on the street to the LED signboards at bus stops. Consider, too, how people’s choices in the city are being inflected by personal scale information displays, whether this means conventional maps or data visualizations (for example, of traffic, crime, air quality, or social activity).

-Places where networked information is being acted upon, either by people directly, or by physical systems that affect the choices people have available to them. This could be a “swarm” of people responding to the cues of a mobile social-networking application, an ATM, the state of a physical system (such as a barrier), or even something much subtler still — like people carrying umbrellas on a still-sunny day, because their phones have told them it’s likely to rain later on.

De la misma forma, ya que se trata de una guía, se señalan parámetros prácticos (a veces son los más complejos de establecer) para seleccionar el grupo para realizar el paseo por la ciudad así como consejos acerca de cómo gestionar al grupo de personas que realizan el recorrido  o el ritmo de realización.

 Ah, el Systems/layers se encuentra disponible para su impresióna través de Proboscis for the DiffusionTransformations series, con una presentación que permite cortar cada hoja en 4 partes y de esta forma tener un pequeño libro de consulta. Este proyecto ya ha sido presentado en varias ciudades, entre ellas Barcelona, a ver si alguien se anima a realizar un paseo por la ciudad.

Novela negra y narrativa pedestre digital en Barcelona

 

Me hubiese gustado hacer un post sobre esta actividad con anterioridad, no sólo porque me declaro admirador de la denominada novela negra (sobre todo de Henning Mankell), sino porque el encuentro anual de Novela Negra en Barcelona, cada año se presenta como  una actividad más organizada e innovadora. Este año durante su realización se realizó una actividad con el uso de dispositivos móviles, llamada Rescata a l’Andreu Martín en la que los participantes recorrían la ciudad en busca de  pistas a las que accedían a través de células QR dispuestas en lugares seleccionados del barrio de El Raval. El concurso estuvo abierto entre el 31 de enero y el 5 de febrero.

Las células permitían interactuar con dispositivos Android, Blackberry y Iphone, para lo cual era necesario bajar una aplicación de la web. En la misma web también estaba desplegado un mapa de la zona en la que se encontraban los lugares donde estaba situadas las células de código QR, pero la información no era accesible desde aquí, por lo que se trataba de un ejercicio esencialmente pedestre(también había una página de Facebook).

Desconozco si había un premio tras esta actividad (ya que la recompensa siempre es un componente en este tipo de actividad y cuando hablo de recompensa hablo incluso sólo del prestigio). También desconozco el resultado final y la cantidad de participantes, pero la actividad tiene la particularidad de que es necesario recorrer la ciudad para participar (no había orden alguno en las 12 pistas además) por lo que los recorridos pueden haber sido de gran diversidad,  más aún si esta actividad se hizo en forma grupal, individual o hasta en relación con otros grupos. Y esta información es muy interesante más tratándose del emblemático barrio del Raval: que recorridos se hicieron, por qué, cuándo, con que ayuda, con que conocimiento de la ciudad, qué historias urbanas se tejieron y se mezclaron con la historia de la búsqueda.

Es decir, información exquisita para hacer otra lectura de la ciudad, otras lecturas de la ciudad o mejor dicho de una parte de ella, en este caso, un barrio de la ciudad de Barcelona, y que nuevamente nos habla del hibridismo presente en la relación físico digital o mejor dicho del pedestrismo digital, o de una narrativa pedestre digital, le voy a llamar así.

Give a minute: pregunta y respuesta para cambiar una ciudad

We don’t need more leaders. We need more followers. Wherever & however you can enter public life is ok.”

Así de contundente es Carol Coletta, presidente y CEO de Ceos for Cities para describir la actual disyuntiva (ya lleva algunos años) entre el accionar de las personas sin formación (el ciudadano de calle) y los expertos, en este caso, en la gestión de una ciudad. De forma que se traslada a la ciudad la misma controversia que existe sobre blogs y wikis hace y recientemente sobre la Neogeografía. La diferencia es que ahora se trata efectivamente de nuestra cotidianeidad, de nuestro hacer espacial más próximo….y pedestre.

Coletta señala cómo efectivamente existen herramientas que permiten que los ciudadanos se vinculen a las decisiones de las autoridades (los foros son la herramienta por esencia en este contexto), pero estas no permiten generar acciones prácticas por lo general. De hecho según la autora no hay nada de malo en quejarse o denunciar, pero estas manifestaciones no debiesen extinguirse aquí.

What if there were a way to transform complaints into something positive and productive? What if we reframed the exchange to be less about adversity and more about cooperation and action?

En este escenario es donde actúa Give a Minute, de Local Projects, firma que ha creado también otras iniciativas fantásticas como City of Memory o Miners’ Story Project en las que la memoria y el entorno local constituyen la base del trabajo (lamentablemente les escribí en dos ocasiones para pedirles más información sobre sus experiencias y aún espero respuesta). Give a minute es la iniciativa que permitiría que las quejas se conviertan en acciones concretas.

En esencia y después de revisar muchas plataformas similares, Give a minute surge como una idea que no proviene desde arriba, sino que de los propios ciudadanos. Como señala Jake Barton, director de Local Projects, es una especie de idea matizada de crowdsourcing. Y ya hemos comentado otras iniciativas similares y de gran éxito como es el caso de las que lleva a cabo la gente de My Society con Fix My Street por ejemplo, pero Give a Minute va más allá, simplificándolo todo además.

Se trata de hacer una pregunta simple a la que acceden los ciudadanos por ejemplo al leer el periódico o en avisos visibles en los trayectos urbanos. La segunda etapa es invitar a responder a los ciudadanos. Así de sencillo, cambiar nuestra ciudad con preguntas y respuestas y además en movimiento.

Se utiliza una tecnología de fácil uso y cotidianeidad como es el mensaje de texto, lo que garantiza la comunidad de herramientas, la portabilidad y las intervenciones móviles. Mediante la realización de eventos (ya se ha realizado uno en Chicago) se conocerá lo que las personas quieren cambiar en su ciudad a partir de las necesidades específicas de estas.

Quién dijo que las ciudades iban a desaparecer? Yo me escondería de verguenza.

Rápido a casa en el metro de Nueva York vía móvil

Navegando por la sección de tecnología del New York Times me encontré con el post Help in Shaving Minutes off Your Underground Commute que se refiere a un tema muy cotidiano: cómo ahorrar tiempo en llegar a casa, en este caso en el metro. Y en el artículo en cuestión (lo que me ha dejado sorprendidísimo) se describen un conjunto de aplicaciones vía móvil mediante las cuales podemos conocer la mejor ruta a través del metro para llegar antes a casa.

En este post se describen varias de estas aplicaciones como son Exit Strategy NYC, HopStop o Pick Map, por ejemplo. La mayoría son de pago y están disponibles iPhone, Blacberry y Android. Curioso y muy buen artículo.

The Copenhagen Wheel

Navegando por Wired , nos hemos encontrado con este ingenio salido de la factoría del Senseable Lab del MIT. Se trata sencillamente de una rueda trasera de la bicicleta (intercambiable) y que fue presentada en la última United Nations Climate Conference (que fue un fracazo por supuesto), que permite añadir a este medio de transporte otro tipo de funciones como un sistema de navegación o la capacidad de almacenar energía para cuando estamos un poco cansados de pedalear.

Como señala el artículo, en primer lugar, se trata de un regenerador de energía y a partir de ahí encontramos (instalados en la misma rueda trasera) otras capacidades como  medidores de polución, radio Bluetooth  o sencillamente el cambio de velocidades de casi cualquier bicicleta.

El controlador de este artilugio es un Smartphone, a través del cual podemos recibir información sobre las condicones del aire y del tráfico, así como sobre temas más mundanos  como las calorías quemadas y la distancia recorrida. También es posible compartir la información recolectada con otros usuarios  y además contribuir a la creación de una base de datos que se que se construiría a partir de las aportaciones anónimas.

En este invento encontramos conceptos muy usados por el Senseable Lab como el Real Time y también otros ya mencionados en este blog como el de Citizens Sensors. Su aplicación real? Difícil creo, salvo en algunas ciudades europeas y con cultura ciclística urbana además de ayuntamientos con programas orientados a la recolección y uso de información de este tipo. Alejadísimo de la innovación africana, pero otra mirada a fin de cuentas y que además concuerda con la necesaria revitalización del pedestrismo, una de las soluciones planteadas en la Conferencia ante la polución de las ciudades.