The internet is not killing storytelling

Después de un período de ausencia vuelvo con nuevos ánimos y nuevas preguntas y me encuentro en Times Online con el artículo titulado The internet is killing the Storytelling, de Ben Macintyre y que como mínimo me causa perplejidad. El título ya de por si resulta complejo porque habla en aquellos peligrosos términos absolutos y con la misma vehemencia con la que hace algunos años se predicaba acerca del Fin de la Historia o la Muerte de la Geografía.

Coincido con Macintyre en recordar que la narración de historias es un pilar de nuestra civliización y que incluso es tal vez la primera forma de virtualidad al constituirse en un medio mediante el  cual, mujeres y hombres superan el ámbito de su propia experiencia. Coincido también en que las nuevas tecnologías han modificado aspectos básicos de nuestra relación con las historias como lo es la lectura por ejemplo, pero señalar que la narración de historias es una especie en peligro como el autor señala, me parece de una liviandad absoluta.

Like some endangered species, the story now needs defending from the threat of extinction in a radically changed and inhospitable digital environment.

El testimonio de Nicolas Carr respecto a la dificultad en utilizar libros convencionales, por el sólo hecho de participar de herramientas tecnológicas, resulta de una seriedad inexistente.

In a remarkable recent essay in the Atlantic Monthly Nicholas Carr admitted that he can no longer immerse himself in substantial books and longer articles in the way he once did.

Este enfoque puede asociarse sinduda alguna a aquel que diferencia a los participantes de la red entre aquellos que son nativos digitales y aquellos que no, dejando de lado la complejidad social que conlleva la implantación y adaptación de cualquier nueva tecnología. No obstante la pérdida de habilidades lectoras convencionales de quienes trabajamos con las nuevas tecnologías es algo que elegantemente me parece curioso.

Macintyre olvida o no conoce la gran cantidad de herramientas y plataformas que en la actualidad generan nuevos tipos de narrativas que sin duda alguna no oscurecen la narrativa tradcional, sino que la enriquecen. Los blogs a los que el autor llama «soap box», generan a través de los posts y sus respectivos comentarios una estructura diversa en la que se generan otras historias otros contextos y otras espacio temporalidades.

Un gran ejemplo de esta narrativa la constituyen las plataformas de anotaciones personales urbanas como es el caso de Històries de Barcelona, Murmur o City of Memory. En estas plataformas, los ciudadanos pueden realizar anotaciones en mapas digitales y compatir sus vivencias urbanas con otros ciudadanos que a la vez aportan las suyas.

Es decir la narrativa no está en peligro de extinción de ninguna manera, sino que evidentemente experimienta una fase de cambio, lo que no implica un peligro, sino la posbilidad de explorar nuevos enfoques, salvo para Macintyre.